Ceuta clausuró ayer el Año de la Fe con la celebración de un Solemne Vía Crucis que recorrió el centro de la ciudad y que contó con un
cortejo compuesto por cientos de fieles y cofrades que quisieron sumarse a este
acto religioso organizado por el Consejo Diocesano de Hermandades y
Cofradías de Ceuta a petición del Obispado y que contó con la presencia
del obispo de Cádiz y Ceuta, monseñor Rafael Zornoza Boy.