martes, 6 de enero de 2015

Resturación de Nuestra Señora del Valle.




Los ceutíes en general y los feligreses de la Parroquia de Nuestra Señora del Valle en particular vivieron, prácticamente sin saberlo, uno de los momentos más importantes de la historia de Ceuta, ya que a las 12.00 horas se oficiaba una solemne misa en la citada parroquia para proceder a la presentación la que es la talla de la Virgen más antigua que existe en la ciudad, más incluso que la imagen de la Patrona, Nuestra Señora de África, y esta es precisamente la pequeña imagen tallada en piedra de Nuestra Señora del Valle.
 
El acto, oficiado por el párroco del Valle, el padre Cristóbal Flor, contó con la presencia del presidente de la Ciudad Autónoma de Ceuta, Juan Jesús Vivas, y con otros miembros del equipo de Gobierno que quisieron estar presentes en este importante acto al que también asistió un gran número de feligreses.
 
La imagen, de la cual tras su última restauración en Sevilla allá por los años 70 se decía que no era la original ya que regresó a la ciudad policromada, ha sido restaurada por Alvaro Domínguez Bernal, quien resalta que durante el proceso de restauración se han podido eliminar todas esas dudas existentes sobre la autenticidad de la talla, certificándose que se trata de la imagen original que Juan I de Portugal trajo hasta la ciudad hace seiscientos años y por consiguiente una de las primeras imágenes cristianas de la Virgen que cruzaron hasta el continente africano, por lo que podría decirse que la imagen se ha revalorizado en todos sus aspectos, tanto cultural, como artístico, e histórico.
 
La restauración.
En cuanto a la restauración, la cual dio comienzo en los salones de la parroquia el 9 de septiembre y finalizó el pasado día 15 de noviembre, Domínguez Bernal destaca que fundamentalmente se le ha devuelto a la virgen su estado original. En este sentido, el restaurador destacaba que durante todos estos años la imagen ha sufrido muchos accidentes y en el último proceso de restauración, allá por los años 70, se le introdujo unos cuernos de acero recubiertos de cemento y posteriormente se le policromó. Con el paso del tiempo y la humedad, esos cuernos de acero se oxidaron y reventaron el cemento ocasionando un daño mayor a la talla.
 
Durante el proceso de restauración, inicialmente se procedió a realizar una radiografía a la talla en el Hospital Militar, detectándose un total de ocho pernos de acero desde el cuello a la cabeza, que como se indica anteriormente tras oxidarse reventaron el cemento añadido y dañaron la piedra. Por consiguiente, durante la restauración se han eliminado esos pernos, se ha limpiado la piedra del óxido existente y también ha decapado (retirada de la policromia o pintura), proceso tras el cual se pudo llegar hasta la piedra original y propia de la época.
 
Una vez finalizadas todas estas fases, se procedió a la reintegración volumétrica de las zonas perdidas con una resina especial anclada con unos pernos de acero inoxidable. Además, durante el proceso se realizó una leve inclinación de la cabeza de la Virgen hacia la izquierda, tal y como se tallaban las imágenes en esa época.
 
Durante la restauración, tanto el cronista oficial de la Ciudad, José Luis Gómez Barceló, como el arqueólogo de la Ciudad, Fernando Villada, han podido también constatar que se trata de la imagen original, no en vano se mandó una muestra de la piedra a Madrid, certificándose su antigüedad y la composición de la misma, proveniente de la península ibérica. Finalmente, el restaurador reconoce que se ha tratado de un reto muy interesante tanto a nivel profesional como nivel artístico, y asegura sentirse orgulloso de haber podido participar en la recuperación de una pieza de tanto valor histórico como artístico para Ceuta.
 
La historia de la imagen La Virgen del Valle es una imagen gótica, de piedra, que algunos dicen procedía de un aerolito, y que traía en su embarcación Juan I, quién la dejó en la ciudad a su marcha, en principio en la Catedral. Así lo autentifica el Capellán de la Emperatriz Leonor en 1456, Nicolás de Walkenstein cuando escribe que allí la vio y que se daban medallas con su efigie a los peregrinos.
Pero la Catedral se puso bajo otra advocación: La Asunción, y la imagen pasó al Valle, donde se encuentra ya en 1581.
 
Durante el siglo XVII aumenta su devoción y posiblemente sea entonces cuando comience a crearse la leyenda. Una historia que tiene, como casi todas, un germen documental. Se halla éste en el hecho de que cuando el Rey entró en la Ciudad, herido en una pierna como venía, se quedó en una mezquita a descansar hasta que le avisaron que la población había caído en sus manos y que podía entrar sin peligro. Aquel refugio provisional sería el edificio que hoy es la Iglesia del Valle.