domingo, 7 de junio de 2015

El Templete del Corpus.

Alabado sea el Santísimo Sacramento del altar...
Este año se cumple el 257 aniversario de la adquisición por parte del Cabildo de la Catedral de Ceuta del Templete del Corpus al platero sevillano Juan Bautista Zuloaga. Desde 1758 esta preciosa obra de platería cobija la Custodia del Santísimo Sacramento en su anual salida procesional. Sabemos que el 26 de marzo de 1756 el Cabildo de la Catedral aprueba por unanimidad realizar unas andas de plata para la festividad del Corpus. Su coste ascendería a 32.992 reales, sin contar los gastos de su transporte a Ceuta, más 607 reales que se emplearían en el cajón que se confecciona para guardarlas. Dos años más tarde se estrenaba en la Octava del Corpus realizando su primer recorrido procesional alrededor de la Plaza de África. Juan Bautista Zuloaga, extraordinario platero del siglo XVIII, fue aceptado como maestro en el gremio de los plateros de Sevilla en 1761. Sus numerosas obras se reparten principalmente por Sevilla y su provincia. Tendría que estar ejerciendo desde bastantes años antes de su ingreso oficial en el gremio, ya que su suegro Manuel Guerrero, platero de la Catedral hispalense durante más de veinte años, solicita al Cabildo que por su avanzada edad y por encontrarse aquejado de una enfermedad, le sea cedido el puesto a su yerno, Juan Bautista Zuloaga. Así se lleva a cabo y un miércoles 20 de diciembre de 14747, toma posesión ante el Cabildo de la Catedral de Sevilla, desempeñando el cargo hasta su muerte, que acaecería entre 1784-85, ya que al año siguiente aparece registrado otro nuevo platero en la Catedral.



El Templete que realiza para Ceuta, consta de una base cuadrada achaflanada en sus cuatro esquinas, flanqueadas por columnas de estilo corintio, unidas por arcos de medio punto, que parten de la misma base, todo ello coronado por airosos "imperiales" terminados en un remate de cruz sobre el orbe. La decoración a base de motivos vegetales y rocallas evidencian su pertenencia al más puro estilo rococó; alcanzando casi los dos metros de altura.

Debido al deterioro ocasionado por su contínuo uso y el paso del tiempo, en los años 90 se procedió a una restauración que le devolvió la consistencia y el esplendor que una pieza de esta índole requiere.

Para la procesión sabemos que han sido varios los soportes utilizados a lo largo de tiempo. En el siglo XX, según consta en documentos gráficos, el Templete ha estado procesionando sobre distintos pasos confeccionados en madera, de reducidas dimensiones y escasa valía; hasta que en 1967 el orfebre sevillano Antonio Pérez Barrios realiza con gran maestría un precioso paso en plata de ley que cumpliría una dole función procesional: portando la venerada imagen de Nuestra Señora de África, el cinco de agosto y el Santísimo el día del Corpus. Está compuesto por cuatro paños de respiraderos en cuyos centros se abren otras tantas capillas que albergan imágenes de la Virgen primorosamente ejecutadas en plata con carnes de marfil; un canasto de discretas dimensiones levemente abombado y una airosa peana calada. Todo el conjunto reposaba sobre un artilugio para ser empujado a ruedas, utilizándose hasta 1995; año en que la Cofradía de Nuestra Señora de África decide restaurarlo y proporcionarle nueva parihuela para ser llevado por costaleros; realizándose un paso nuevo para el Templete, costeado por la misma hermandad. 

El orfebre sevillano Manuel de los Ríos fue el encargado de llevar a cabo la citada restauración así como la realización del paso actual, mucho más modesto en cuanto a diseño, materiales y ejecución que el anterior. Fue cincelado en alpaca plateada; de reducidas dimensiones a fin de efectuar su salida por la puerta principal de la Santa Iglesia Catedral. Consta de un sencillo respiradero de corte recto, sobre el que se asienta una compacta peana que sirve de base al Templete. El conjunto muestra motivos decorativos vegetales propios del "neobarroco cofradiero", con cartelas alusivas a la Eucaristía, uvas y espigas.
... sea por siempre bendito y alabado.